lunes, 19 de octubre de 2009

New York city boys

Tomando prestado el título a los Pet shop boys, escribo con un mes de retraso este post, dedicado a nuestro viaje a New York a mediados de septiembre.

La gran manzana es una ciudad increíble desde muchos puntos de vista. Los rascacielos de Manhattan, aglutinados en tan pequeño espacio para lo monstruosos que son; la calidez de la gente, puesto que lo más probable es que ellos mismos no sean de allí y en su día pasaron una dura adaptación, con lo que quieren hacértela a ti más llevadera; y, sobre todo, ese dulce caos de coches, luces, vapores de humo y diversidad de gentes y culturas. Vamos, que, desde mi punto de vista, es una ciudad para disfrutarla viviendo allí una temporada...

Hay mucho que ver en NYC, sobre todo porque en muchos casos son atracciones a las que un europeo no está habituado a contemplar (vamos, que no tendremos un casco histórico como en cualquiera de las ciudades europeas que le vengan a uno a la cabeza). En breves retazos, yo destacaría las vistas desde cualquiera de sus dos miradores, el Top of the rock del Rockefeller Center y el Empire State Building; surcar las aguas del East o del Hudson y contemplar las vistas de Manhattan y de la estatua de la Libertad; los delicados edificios semipalaciegos y su contraste con los de hierro colado del Village; los interminables puentes de Manhattan y Brooklyn, con sus increíbles panorámicas; la curiosa mezcla de bullicio y tranquilidad del gigantesco Central Park; el ajetreo de la 5ª avenida y de Times Square; la diferencia entre Brooklyn y Manhattan, mucho más tranquila aquélla pero con un ambientazo cuando se retira el sol... Ya digo, mucho para ver y disfrutar.

Como siempre os dejo aquí las fotos, recopiladas de las cámaras de los cuatro New York City boys que fuimos para allá (sí, recopilar y seleccionar han retardado mucho la publicación de este post, pero nunca es tarde si blablabla...).

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